Lumière en 4K - Laura Spiner
Hace algunos meses corrió la novedad de la escalada a 4K y 60FPS de la legendaria película de los hermanos Lumière, La llegada del tren a la estación. Después de esa proeza llegarían decenas de remasterizaciones de aquellas primeras películas. Las calles de Moscú, las calles de París, los jardines de Leeds, Un viaje por New York, Niños en la playa. Me inclino a pensar que el derrotero terminará cuando se terminen las películas o cuando se llegue a un número imposible de K. El conquistador: el youtuber ruso Denis Shiryaev, que aplicando redes neuronales e inteligencia artificial para distintos procesos como la interpolación por frame (para lograr la adecuación de 16/18 fps a 60), el reescalado de los frames por segundo y, luego, la colorización del video a partir de una IA algorítmica en base a miles de imágenes actuales y antiguas para intentar dar un color realista a los metrajes más antiguos de los que se tiene registro. La frutilla del postre: el sonido inmersivo falsamente añadido a las imágenes.
Ver esas películas es fascinante, sin dudas. Pero también muy perturbador. De la misma manera que lo era la fotografía para Proust. ¿Qué nos entregan estas nuevas viejas películas? Una imagen clara, nítida, perfecta para reproducir en nuestros aparatos hogareños y encima con sonido. Una imagen sin imperfecciones, idéntica a las que nos acostumbramos a ver con sólo tocar un botón del control remoto. ¿Pero a cambio de qué? De hacer desaparecer el pasado, de enmendar sus fallas sometiéndolo a la avasallante tecnología del presente. Todavía hoy, u hoy más que nunca, todo tiene que ser visto a la luz del progreso.
¿Qué se viene luego? ¿el escaneo de la pintura impresionista para corregir sus pinceladas?
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