Cassavetes- Rafael Filippelli

A pesar de que no me entusiasma demasiado ver películas, en los últimos diez días volví a ver varias, entre ellas dos de John Cassavetes, un cineasta bastante reconocido por los cinéfilos y alumnos de escuelas de cine, aunque no siempre –más bien nunca- por los motivos más adecuados. Se gira alrededor de “la improvisación” como base de sus formas narrativas y pavadas recurrentes por el estilo. Las dos películas que vi fueron “Husbands” y “The killing of the chinese bookie”.

Lo primero que se me ocurrió luego de volverlas a ver es que si Cassavettes hubiera filmado “Ricardo III”  lo habría hecho de la misma forma en que filmó el resto de sus películas.

Con un uso desmesurado e inquietante uso del teleobjetivo, con una despreocupación total acerca de las consecuencias respecto del foco y, sobre todo, con una maestría desconocida en el resto del cine para encuadrar tres, cuatro o cinco personajes en el mismo plano, muchas veces con cámara en mano y logrando que nosotros no perdamos ni un gesto de cada uno de ellos. También es cierto que eso hizo correr el riesgo de que cualquier alumno de cine crea que puede hacer lo mismo con resultados inevitablemente catastróficos. Usando y modificando  una famosa y vieja anécdota: “Ahí donde Cassavettes nada, los alumnos se ahogan.”

Otra cosa que me llamó la atención es  la ausencia de elipsis en las películas y un desapego radical  a lo que la vieja y “ondera” crítica llamaba lo verosímil. Pero no porque Cassavetes se confunda y crea que lo contrario de verosímil es verdadero sino sencillamente porque la cuestión le parece una pavada. Para poner un solo ejemplo, resulta inverosímil que después de que Gazzara reciba el tiro en “The killing….” pasen varias escenas, alrededor de 20 minútos más de película y recién se vea la sangre en el penúltimo plano del film. A Cassavetes no le preocupa en lo más mínimo.

Sin embargo, en el caso de “Husbands” hay un desvío –raro y extraordinario al mismo tiempo-  que es el repentino viaje a Londres.

Para terminar, algunas líneas dedicadas a Ben Gazzara. No pretendo descubrir nada diciendo que es un actor descomunal. Voy a señalar sólo una cosa. No hay ningún otro actor en el mundo que actúe como él los planos de descarga. Dicho de otro modo, los cortes a él cuando está hablando otro o simplemente está observando una situación que le es ajena.