Qué son los textos impunes - Rafael Filippelli

Los responsables de la Revista de Cine, obligados a no poder salir de sus casas, decidimos poner en marcha algo que terminó siendo un blog. Yo escribí el primer texto, Mariano Llinás me siguió de inmediato y así de seguido. Se trataba de textos cortos, entre 2500  y 3000 caracteres. Arbitrarios, que no se proponían fundamentar nada de lo que preconizaban y que partían de una actitud provocativa. Releyéndolos, tengo la impresión de que no lo logramos del todo. Sin embargo, aún en los casos fallidos, creo que nos sirvió para nuestras futuras escrituras en la Revista de Cine. Nos pudo haber ayudado a ser más libres y menos condicionados. Desde ya que todo esto será comprobado o no en el futuro. Por supuesto que no estoy proponiendo que nuestros futuros artículos en nuestra revista sobre papel sean así. Pero por qué no pensar que pueden agregar algo que antes no tenían.

Si bien yo no he insistido con el tema, se tiende a definir a nuestra revista como a una revista hecha por directores de cine. No deja de ser cierto pero sólo a medias. Además: ¿cuál sería el mérito? Conozco tantas personas que no dirigen cine y saben tanto más que la mayoría de los que lo practican. ¿Es necesario dirigir películas para escribir sobre las corridas de toros desde un punto de vista cinematográfico, como lo hizo Llinás? ¿Es necesario ser novelista para analizar la narrativa de Saer como lo ha hecho Oubiña?  Me adelanto a la cuestión para evitar confusiones peligrosas. La mayoría de la gente que hace cine en Argentina no tiene la menor idea de nada. ¿Nos queremos poner en el mismo lugar? Por dios, espero que no. Que la crítica sea deplorable, no mejora la opinión de los cineastas.

Vuelvo al comienzo. Lo nuestro se podría definir por el desparpajo, por la provocación, la irreverencia y así de seguido. Pero todo eso, entonces, hay que practicarlo en serio.